En aquella época el bronce valía lo suyo, un falconete quizás…aunque el de la foto parece un trozo de un cañón más grande, quizás de los fabricados en la Real Fábrica de la Cavada, en Santander.

Buceadores de la Armada de Ferrol y de la Policía adscrita a la Xunta han recuperado importantes restos arqueológicos sumergidos en la zona de Punta Sardiñeiro, en Finisterre (La Coruña).

El hallazgo, realizado tras un aviso de ‘Buceo Finisterre’, incluye un cañón de bronce de aproximadamente 50 centímetros de largo, así como otros restos de valor histórico, ubicados a unos cuatro metros de profundidad.

Según ha informado el Ministerio de Defensa, las primeras investigaciones sugieren que estos objetos podrían pertenecer al pecio ‘Punta Restelos’, identificado como el Galeón Santa María la Anunciada. Este buque del siglo XVI formaba parte de la flota de Padilla y se hundió en la zona en 1596.

La Unidad de Buceo de Ferrol y el Grupo Operativo de Actividades Subacuáticas realizaron un operativo conjunto con el objetivo de preservar el patrimonio histórico y garantizar la seguridad en el agua.

Asimismo han llevado a cabo una inmersión de 30 minutos para catalogar el cañón y otros restos. Continúan los trabajos de extracción de las piezas arqueológicas para su traslado provisional al Museo del Mar de Galicia, en Vigo…

Un hallazgo arqueológico de gran relevancia histórica ha emergido frente a las costas de Fisterra. La Xunta de Galicia ha recuperado del mar un cañón de bronce de casi dos metros de longitud, identificado como parte del armamento del galeón Santa María La Anunciada, hundido en 1596 durante una desastrosa travesía de la Armada del Océano.

El descubrimiento se produjo en la zona de Punta Sardiñeiro, donde buzos especializados localizaron la pieza a tan solo 3,8 metros de profundidad y escasa distancia de la costa. El operativo fue coordinado por la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural y contó con la colaboración del Grupo de Buceo de la Unidad de Policía Adscrita a la Xunta, la Unidad de Buceo de la Armada con base en Ferrol y el Club de Buceo de Fisterra.

Según los primeros análisis, se trata de un cañón pedreiro de bronce, ya documentado en campañas arqueológicas anteriores, caracterizado por su apertura en la boca de 26 centímetros. Estas piezas, diseñadas para disparar proyectiles de piedra, eran habituales en los buques del siglo XVI y formaban parte esencial del sistema defensivo de las grandes embarcaciones de guerra.

La Santa María La Anunciada era una nao de 1.000 toneladas, construida en los astilleros italianos de Vietri sul Mare, en Salerno. Dotada con una tripulación de 90 hombres y 160 pasajeros, la nave viajaba de Portugal a Ferrol cargada con armamento y pertrechos como parte de una flota de 100 navíos de la Armada del Océano, bajo el mando del almirante Martín de Padilla Manrique. La expedición tenía como objetivo apoyar a los rebeldes irlandeses en su lucha contra el dominio de Isabel I de Inglaterra.

El temporal que se desató en la costa gallega provocó el hundimiento de 30 barcos en un solo día entre Ferrol y Corcubión. El Santa María La Anunciada fue uno de los navíos desaparecidos en aquellas aguas, junto con su valiosa carga y numerosa tripulación. La tragedia se saldó con 243 víctimas mortales y apenas siete supervivientes, lo que la convierte en una de las mayores catástrofes navales documentadas en Galicia.
La pieza rescatada, que será trasladada a un centro museístico todavía por determinar, supone un hito para la arqueología subacuática gallega y un paso más en la recuperación de la memoria histórica marítima.
Según destacaron fuentes de la Xunta, su extracción permitirá la conservación, de la pieza y su estudio con vistas a una futura exposición al público, contribuyendo a dar a conocer un episodio poco explorado de la historia naval española.
