Es una especie extinta de homínido que genera gran interés y debate en la comunidad científica.
An overhead view of Homo naledi bones as laid out by the researchers at the University of the Witwatersrand’s Evolutionary Studies Institute. The team that discovered the new species of human relative deep inside a cave near Johannesburg, South Africa was lead by National Geographic Explorer-in-Residence Lee Berger of the University of the Witwatersrand. (Image credit: Photo by Robert Clark, National Geographic)
Los fósiles de Homo naledi fueron descubiertos en la cueva Rising Star, en Sudáfrica, en 2013.
A schematic of the two burial features that were discovered in the Dinaledi Chamber of the Rising Star Cave. (A) The position of burials relative to 2013–2016 excavations are outlined by square area. (B) This is a photograph of the main burial features. Feature 1 is the body of a Homo naledi adult specimen. Feature 2 shows at least one juvenile body at the edge of the burial site. (C) and (D) are illustrations that show how the bones were positioned inside the graves. (Image credit: Images from Berger et al., 2023/National Geographic)
Esta especie presenta una combinación única de rasgos: Cerebro pequeño, similar al de los australopitecos. Morfología de manos y pies más cercana a la del género Homo. Dientes pequeños y de morfología oclusal simple.
Los restos encontrados sugieren que Homo naledi tenía la capacidad de caminar erguido.
An adolescent burial and a potential stone tool were discovered within the Hill Antechamber. Images A and B are cross section CT scans of the plaster jacketed feature removed from the chamber. C-F are 3D digital reconstructions of the bones in the burial, as well as the tool-shaped rock (orange) near the hand of the 13-year-old child. (Image credit: Images from Berger et al., 2023/National Geographic)
La datación de los fósiles ha sido objeto de controversia. Estudios recientes sitúan a Homo naledi entre hace 335.000 y 236.000 años.
Engravings were found in the Hill Antechamber burial chamber, such as an upside-down cross shape. There is also a material applied over the surface to highlight the non-geometric images in low light, although this has not yet been analyzed. (Image credit: Image from Berger et al., 2023/National Geographic)
Este hallazgo plantea interrogantes sobre la evolución humana y la diversidad de especies que coexistieron en el pasado.
Recientemente, se ha descubierto que el Homo Naledi podria haber utilizado el fuego y haber realizado enterramientos intencionales.
Homo naledi desafía las ideas tradicionales sobre la evolución humana.
Su descubrimiento resalta la complejidad y diversidad del árbol genealógico humano.
Las investigaciones continúan para comprender mejor esta fascinante especie y su lugar en la historia de nuestra evolución.
El Homo naledi, un pariente extinto de los humanos modernos, cuyo cerebro tenía un tercio del tamaño del nuestro, enterró a sus muertos y grabó las paredes de sus cuevas hace unos 250.000 años, según una nueva investigación de 2025.
Los hallazgos refutan las teorías arraigadas de que solo los humanos modernos y nuestros primos neandertales podían realizar estas complejas actividades.
La evidencia de prácticas funerarias en este homínido primitivo sería un hallazgo histórico, según un equipo de investigadores que publicó su hipótesis en la revista eLife en 2023. Sin embargo, su teoría generó controversia, ya que numerosos expertos afirmaron que la evidencia no era suficiente para concluir que el H. naledi enterraba o conmemoraba a sus muertos.
En un estudio revisado publicado el viernes 28 de marzo en eLife, los investigadores presentaron 250 páginas de pruebas de enterramiento intencionado que, según afirman, han convencido a más personas.
Los arqueólogos descubrieron los restos del H. naledi en el sistema de cuevas Rising Star de Sudáfrica en 2013. Desde entonces, se han encontrado más de 1500 huesos de varios individuos a lo largo del sistema de 4 kilómetros de longitud.
La anatomía del H. naledi es bien conocida debido a la notable conservación de los restos. Eran bípedos, medían alrededor de 1,5 metros (5 pies) de altura y pesaban alrededor de 45 kilogramos (100 libras). Tenían manos diestras y cerebros pequeños pero complejos, rasgos que han generado un debate sobre la complejidad de su comportamiento.
En un estudio de 2017 publicado en la revista eLife, el equipo de Rising Star sugirió inicialmente que el H. naledi enterraba deliberadamente a sus muertos en el sistema de cuevas. Posteriormente, en una conferencia de prensa en 2023, el paleoantropólogo Lee Berger, director del programa Rising Star, y sus colegas respaldaron esta afirmación con tres estudios, publicados en el servidor de preimpresión bioRxiv, que, en conjunto, presentan la evidencia más sólida hasta la fecha de que el H. naledi enterraba deliberadamente a sus muertos y creaba grabados significativos en la roca sobre los entierros.
Los estudios de investigación describieron dos fosas ovaladas poco profundas en el suelo de una cámara de la cueva que contenían restos óseos consistentes con el entierro de cuerpos carnosos cubiertos de sedimentos que posteriormente se descompusieron. Uno de los entierros podría incluso haber incluido una ofrenda funeraria; se encontró un único artefacto de piedra en estrecho contacto con los huesos de la mano y la muñeca.
En la conferencia de prensa de 2023, Berger declaró:
Creemos que han superado la prueba de fuego de los entierros humanos o de los entierros humanos arcaicos.
Sin embargo, muchos expertos no aceptaron las interpretaciones de los investigadores, que retrasarían en 100.000 años la evidencia más temprana de enterramiento intencionado, un récord que anteriormente ostentaba el Homo sapiens.
Dice Sheela Athreya, antropóloga de la Universidad Texas A&M, quien no participó en la investigación, a Live Science en un correo electrónico de 2023:
Entiendo cómo conectan los puntos con estos datos y creo que valía la pena informarlos, pero debería haberse hecho con muchas más salvedades
En respuesta, los miembros del equipo de Rising Star han estado recopilando evidencia adicional para respaldar su afirmación de un entierro intencional, la cual publicaron, junto con nuevas revisiones por pares, en eLife. Estos cambios incluyeron una reconstrucción completa de cómo los cuerpos de H. naledi terminaron en el sistema de cuevas, incluyendo una cronología que abarca desde la muerte hasta la descomposición.
Un experto, que revisó el estudio de 2023 y lo declaró inconcluyente, revisó el nuevo estudio y escribió:
Ahora creo que los autores proporcionan evidencia suficiente de la presencia de entierros deliberados ‘repetidos y con patrones’ de H. naledi.
Sin embargo, un segundo revisor escribió que el nuevo artículo sigue siendo poco convincente, señalando:
si bien el mundo se preocupa profundamente por los homínidos H. naledi y su historia, sería beneficioso que otros equipos independientes realizaran un análisis completo, ya que la ciencia se basa en la replicación.
Hasta la fecha, las otras dos preimpresiones de H. naledi que el equipo de Berger publicó en 2023 no se han revisado por completo.
Un estudio de 2023 sugirió que el descubrimiento de grabados abstractos en las paredes rocosas del sistema de cuevas Rising Star también indicaba que el H. naledi tenía un comportamiento complejo. Estas líneas, formas y figuras similares a «etiquetas» parecen haber sido creadas en superficies especialmente preparadas por individuos de H. naledi, quienes lijaron la roca antes de grabarla con una herramienta de piedra. La profundidad, la composición y el orden de las líneas sugieren que fueron hechas a propósito y no de forma natural.
Dijo Berger:
Hay entierros de esta especie justo debajo de estos [grabados], lo que sugiere que este era un espacio cultural del H. naledi. Han alterado intensamente este espacio a lo largo de kilómetros de sistemas de cuevas subterráneas.
En otra preimpresión, que aún no se ha publicado, Agustín Fuentes, antropólogo de la Universidad de Princeton, y sus colegas exploraron por qué H. naledi utilizó el sistema de cuevas:
El depósito compartido y planificado de varios cuerpos en el sistema Rising Star y los grabados evidencian que estos individuos compartían creencias o suposiciones sobre la muerte y podrían haber conmemorado a sus difuntos, algo que podríamos llamar ‘duelo compartido’ en humanos contemporáneos.
Sin embargo, otros investigadores no están del todo convencidos de estas interpretaciones, afirmó Athreya en 2023:
También es difícil demostrar que sean intencioneeeales o formas de pensamiento abstracto
También existen preguntas sobre cómo el H. naledi entró en el sistema de cuevas de la Estrella Naciente; la suposición de que fue difícil subyace a muchas de las interpretaciones de los investigadores sobre el comportamiento significativo.
Declaró Jonathan Marks, antropólogo de la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte, quien no participó en la investigación, a Live Science en 2023:
¿Entraron allí de la misma manera que nosotros entramos, o podría haber otra forma de entrar? Este es un trabajo para la arqueología, mucha arqueología.
El blog de Ila Basmati 