Los arqueólogos que están excavando en la antigua ciudad de Metrópolis, en Esmirna (Turquía), han hallado dos mil fragmentos de bronce de diversas estatuas que, en opinión de los investigadores, se habrían empleado para su fundición y almacenamiento.

Durante unas excavaciones que se están llevando a cabo en el yacimiento de Metrópolis, en la región turca de Esmirna, los arqueólogos han hecho un descubrimiento singular.

Se trata del hallazgo de unos dos mil fragmentos de esculturas de bronce, del período helenístico y de época romana, en una zona del yacimiento que se cree que pudo servir como un antiguo depósito de chatarra.

El descubrimiento se ha llevado a cabo en el marco del Proyecto Patrimonio para el Futuro, implementado por el Ministerio de Cultura y Turismo, bajo la dirección de Serdar Aybek, catedrático de Arqueología de la Universidad Dokuz Eylül, y que cuenta con la cooperación de la Fundación Sabanci.

Según Aybek:
Los fragmentos de bronce encontrados posiblemente fueron desmenuzados para fundirlos y almacenarlos a granel.
Destaca la importancia de que las esculturas de bronce se rompieran en pedazos y también ha señalado que la recolección y el reciclaje de estatuas en la Antigüedad tardía son muy evidentes en Metrópolis. Entre los hallazgos han aparecido distintas partes de las estatuas, como cabezas, ojos, dedos y sandalias.
Y es que en la antigua Metrópolis (donde los arqueólogos han estado excavando desde el año 1990), también conocida como la Ciudad de la Diosa Madre, que fue fundada en una colina entre los pueblos de Yeniköy y Özbey, al oeste de la llanura de Torbali, han aparecido numerosas estructuras monumentales y se ha documentado ocupación humana desde el Neolítico (aunque su gran florecimiento se produjo hacia el siglo III a.C., en época helenística) hasta el período otomano.
Esta larga ocupación ha proporcionado a los arqueólogos numerosos descubrimientos de gran importancia, como el que nos ocupa y que, según los arqueólogos, ofrece una visión única de los cambios culturales y religiosos en la región durante la Antigüedad tardía.
Dice Aybek:
en la Antigüedad tardía, cuando las creencias mitológicas se abandonaron en favor de las religiones monoteístas y el cristianismo se convirtió en la religión dominante en la zona, se desmantelaron estatuas de bronce de épocas anteriores. Aunque todavía no disponemos de pruebas arqueológicas que confirmen esta actividad, creo que podemos sugerir que una parte importante de los fragmentos de estas estatuas de bronce se reutilizó para acuñar monedas. Durante ese período, en lugar de producir nuevos materiales, los conjuntos de bronce, que consistían principalmente en estatuas obsoletas o dañadas, fueron desmantelados por los antiguos trabajadores del depósito de chatarra y preparados para su fundición.
Según los investigadores, tal vez se tratase de esculturas que fueron elaboradas para honrar a los benefactores de la ciudad, algo que, por otra parte, era muy común en aquel período.
Además de los numerosos fragmentos de esculturas, durante los trabajos también se descubrieron placas de bronce cuadradas y rectangulares que, según sugieren los arqueólogos, pudieron usarse para fundir y reparar este tipo de esculturas.
Este sensacional hallazgo implica, según sus descubridores, que, en su época de mayor apogeo, la ciudad de Metrópolis pudo ser un gran centro de creación o reparación de esculturas de bronce en la región. Asimismo, ofrece claras evidencias sobre antiguas prácticas de reciclaje que se remontan a más de un milenio.
