Stonehenge pudo erigirse para cohesionar a los antiguos britanos frente a la venida de pueblos del continente

El artículo de investigación publicado en la revista Archaeology International, académicos analizan el significado del reciente descubrimiento del origen escocés de la Piedra del Altar, que confirmó que todas las piedras que componen Stonhenge fueron traídas a Salisbury Plain a muchos kilómetros de distancia.

La Piedra del Altar, vista aquí debajo de dos piedras de Sarsen más grandes. Crédito: Professor Nick Pearce / Aberystwyth University

Los investigadores afirman que los vínculos a larga distancia de Stonehenge refuerzan la teoría de que el monumento neolítico podría haber tenido algún propósito cohesionador en la antigua Gran Bretaña.

La Piedra del Altar se encuentra en la parte central del círculo de Stonehenge. Crédito: Ladiras / depositphotos.com

El autor principal, el profesor Mike Parker Pearson (Instituto de Arqueología de UCL), opina: 

El hecho de que todas las piedras provengan de regiones distantes, lo hace único entre más de 900 círculos de piedras en Gran Bretaña, sugiere que el círculo de piedras podría haber tenido un propósito político además de religioso, como un monumento de unificación para los pueblos de Gran Bretaña, celebrando sus vínculos eternos con sus ancestros y el cosmos.

El coautor, el profesor Richard Bevins de la Universidad de Aberystwyth, dijo: 

Es gratificante que nuestras investigaciones geológicas puedan contribuir a la investigación arqueológica y a la historia que se está desarrollando, ya que nuestro conocimiento ha mejorado de manera tan dramática en solo los últimos añosNuestra investigación es como la ciencia forense. Somos un pequeño equipo de científicos de la tierra, cada uno aportando su propia área de especialización; es esta combinación de habilidades la que nos ha permitido identificar las fuentes de las piedras azules, y ahora la Piedra del Altar.

El estudio se publico el 20 de diciembre, el día antes del solsticio de invierno, cuando el sol poniente se hunde por debajo del horizonte sobre el centro de la Piedra del Altar y entre las dos piedras más grandes en pie (una de las cuales ahora está caída). Durante este período invernal, los pueblos neolíticos celebraban festines cerca de Stonehenge en el gran pueblo de Durrington Walls, y el solsticio de mediados de invierno probablemente fue central en estos eventos.

Stonehenge es famoso por estos alineamientos solares en el solsticio y, incluso hoy, atrae grandes multitudes al sitio en los días más cortos y largos del año. Además, también fue el mayor cementerio de su época. Algunos arqueólogos piensan que pudo haber sido un templo religioso, un antiguo observatorio y un calendario solar, y esta nueva investigación agrega una dimensión política.

El profesor Parker Pearson, profesor de Prehistoria Tardía Británica, añadió: 

Sabemos que la gente venía de muchas partes de Gran Bretaña con sus cerdos y ganado para celebrar banquetes en Durrington Walls, y casi la mitad de las personas enterradas en Stonehenge habían vivido en lugares fuera de Salisbury PlainLas similitudes en la arquitectura y la cultura material entre el área de Stonehenge y el norte de Escocia ahora tienen más sentido. Ha ayudado a resolver el enigma de por qué estos lugares distantes tenían más en común de lo que pensábamos.

Las 43 piedras azules de Stonehenge fueron traídas de las colinas de Preseli en el oeste de Gales, a unas 140 millas de distancia, mientras que las piedras más grandes de sarsen fueron transportadas desde sus fuentes al menos a 15 millas de distancia al norte y al este del círculo de piedras.

Transportar estos enormes monolitos fue una hazaña extraordinaria. Aunque la rueda había sido inventada, aún no había llegado a Gran Bretaña, por lo que mover estas enormes piedras debió requerir los esfuerzos de cientos, si no miles, de personas. Los investigadores señalan cómo la Piedra del Altar horizontal de Stonehenge es similar en tamaño y colocación a las grandes piedras horizontales de los círculos de piedras del noreste de Escocia, de donde originó la Piedra del Altar.

Estos ‘círculos de piedra recumbentes’ solo se encuentran en esa parte de Escocia y no en el resto de Gran Bretaña, por lo que pudo haber habido vínculos estrechos entre las dos regiones. Las piedras megalíticas tenían un significado ancestral, vinculando a las personas con el lugar y el origen. La Piedra del Altar pudo haber sido traída como un regalo de los pueblos del norte de Escocia para representar algún tipo de alianza o colaboración.

Es difícil precisar una fecha exacta en la que la Piedra del Altar escocesa llegó a Stonehenge, pero probablemente llegó alrededor del 2500 a.C., aproximadamente cuando Stonehenge fue remodelado en su forma actual.

Este es el período en el que los constructores neolíticos erigieron las grandes piedras de sarsen formando un círculo exterior y la herradura interior de trilitos, piedras verticales emparejadas conectadas por ‘linteles’ horizontales, que es la estructura presente hoy en día. La Piedra del Altar yace a los pies del trilito más grande, que enmarca la puesta del sol del solsticio de invierno hacia el suroeste. Esta fue la segunda etapa de construcción en Stonehenge, mucho después de la primera etapa (alrededor del 3000 a.C.) cuando se cree que las piedras azules de Gales fueron erigidas.

Esta segunda versión de Stonehenge fue construida en un momento de creciente contacto entre los pueblos de Gran Bretaña y los recién llegados de Europa, principalmente de lo que hoy son los Países Bajos y Alemania. Los investigadores sugieren que este período de contacto pudo haber sido lo que impulsó esta reconstrucción en la segunda etapa, y que el monumento fue una reacción a estos recién llegados destinada a unir a los británicos indígenas.

Los recien llegados trajeron consigo conocimientos de metalurgia y la rueda, y, durante los siguientes cuatrocientos años, sus descendientes, conocidos como la cultura del vaso campaniforme (en inglés Bell Beaker) por las jarras distintivas que enterraban con sus muertos, reemplazaron gradualmente a la población de británicos indígenas, y las personas con esta ascendencia europea se convirtieron en la población dominante en toda la isla.

University College Londonhttps://www.

labrujulaverde.com/2024/12/stonehenge-pudo-construirse-para-unir-a-los-antiguos-britanos-frente-a-la-llegada-de-pueblos-del-continente

Stonehenge in southern England ranks among the world’s most iconic archaeological sites and one of its greatest enigmas. The megalithic circle on Salisbury Plain inspires awe and fascination—but also intense debate some 4,600 years after it was built by ancient Britons who left no written record.

The monument’s mysterious past has spawned countless tales and theories. According to folklore, Stonehenge was created by Merlin, the wizard of Arthurian legend, who magically transported the massive stones from Ireland, where giants had assembled them. Another legend says invading Danes put the stones up, and another theory says they were the ruins of a Roman temple. Modern-day interpretations are no less colorful: some argue that Stonehenge is a spacecraft landing area for aliens, and even more say it’s a giant fertility symbol in the shape of female genitalia.

Archaeological investigation of the site dates back to the 1660s, when it was first surveyed by antiquarian John Aubrey. Aubrey wrongly credited Stonehenge to the much later Celts, believing it to be a religious center presided over by Druid priests.

Centuries of fieldwork since show the monument was more than a millennium in the making, starting out 5,000 years ago as a circular earthen bank and ditch. A complicated pattern of wooden posts was replaced in about 2600 B.C. by 80 dolerite bluestones from Wales that were rearranged at least three times once the larger sarsen stones were added several hundred years later. These huge sandstone blocks, each weighing around 25 tons, were transported some 19 miles (30 kilometers) to create a continuous outer circle with five trilithons (pairs of uprights with a lintel on top) forming a horseshoe within. It’s been estimated that it took well over 20 million hours to construct Stonehenge.

Modern debate over the monument’s meaning has two main camps: those who see it as a holy site, and others who believe it represents a scientific observatory. Both camps base their theories on the site’s celestial influence, with alignments to the sun and moon taken as evidence of rituals linked to the changing seasons and the summer and winter solstices. Alternatively, alignments identified particularly with stars point to a megalithic calendar used for working out dates or to reflect or predict astronomical events such as solar eclipses.

Recently a radical new theory has emerged—that Stonehenge served as a «prehistoric Lourdes» where people came to be healed. This idea revolves around the smaller bluestones, which, researchers argue, must have been credited with magical powers for them to have been floated, dragged, and hauled 145 miles (233 kilometers) from west Wales. A team lead by Tim Darvill of Bournemouth University, U.K., announced in 2005 that it had located the quarry the bluestones came from, only for another study to suggest the stones had made the journey earlier, powered naturally by ice age glaciers. Excavations at Stonehenge co-directed by Darvill in 2008 bolstered the hypothesis, also based on a number of Bronze Age skeletons unearthed in the area that show signs of bone deformities.

Competing to solve the enduring prehistoric puzzle is Sheffield University’s Mike Parker Pearson, co-leader of the Stonehenge Riverside Project, which is partly funded by the National Geographic Society. Discoveries by the project team supported Parker Pearson’s claim that Stonehenge was a center for ancestor worship linked by the River Avon and two ceremonial avenues to a matching wooden circle at nearby Durrington Walls. The two circles with their temporary and permanent structures represented, respectively, the domains of the living and the dead, according to Parker Pearson.

«Stonehenge isn’t a monument in isolation,» he says. «It is actually one of a pair—one in stone, one in timber. The theory is that Stonehenge is a kind of spirit home to the ancestors.»

National Geographic

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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