La pieza de arte confundida con basura

Dos latas diseñadas y pintadas por el artista francés Alexandre Lavet se encontraban expuestas en el Museo LAM. Un técnico de ascensores pensó que era basura tirada por los visitantes.

Los protagonistas de esta historia son un técnico de ascensores, el Museo LAM de la población de Lisse, en los Países Bajos, y una pieza de arte de Alexandre Lavet conocida como Todos los buenos momentos que pasamos juntos. Al ver una fotografía de esta obra podemos llegar a comprender el origen de la confusión: por profundo que sea su significado (y lo es), visualmente se trata de una representación de dos latas de cerveza belga de la marca Jupiler, vacías y estrujadas. 

El accidente en seguida tomó relevancia en los medios internacionales, que explicaron la anécdota de cómo un técnico que sustituía puntualmente a un empleado permanente de las exposiciones pensó que algún visitante había dejado basura en la galería, y sin fijarse demasiado la recogió de su ubicación y la metió en una bolsa. 

Sin embargo, al examinar las latas más de cerca, nos daríamos cuenta de que están pintadas a mano con acrílicos de la cabeza a los pies, replicadas minuciosamente del diseño de las originales pero hecha con materiales distintos, un trabajo manual que requiere de tiempo. 

Pero el museo no culpa al empleado por esta equivocación, y es que cabe decir que la obra de arte, estaba colocada en un lugar todavía más insólito: el hueco de cristal del ascensor del museo. Después de que la noticia se hiciera viral, la propia directora del Museo LAM, Sietske van Zanten, comentó que distribuyeron las piezas de arte moderno en todo tipo de expositores más allá de las habituales vitrinas o pedestales para mandar el mensaje de que el arte también se encuentra en las cosas cotidianas, y en todas partes.  

Esta historia tiene un final feliz. La curadora de la exposición pronto se dio cuenta de la ausencia de las latas e inició una búsqueda que logró dar con la obra antes de que las bolsas de basura salieran del museo. Ya vuelven a encontrarse expuestas sin daños, pero ahora ocupan un nuevo lugar donde se reconoce más fácilmente su categoría artística, para evitar cualquier otro malentendido. 

Alexandre Lavet, un artista conceptual y minimalista de origen francés, creó Todos los buenos momentos que pasamos juntos en 1988 para conmemorar, mediante una obra de arte contemporáneo, los momentos de conexión con nuestros seres queridos, aquellos que a menudo parecen demasiado efímeros pero que constituyen los recuerdos más preciados de nuestra vida. Las latas simbolizan uno de estos instantes, el de sentarse a tomar unas copas con amigos o familia, y disfrutar de una agradable conversación. 

En 2019, una obra del artista italiano Maurizio Cattelan titulada Comediante se exponía en Seúl, Corea del Sur, cuando fue comida por un visitante del museo. ¿El motivo? La obra era un plátano que había sido pegado a la pared con cinta adhesiva. 

En 2022, la obra de Oriol Vilanova titulada Old Masters una chaqueta colgada de las paredes del Museo Picasso de París, fue robada accidentalmente por una costurera jubilada que pensó que había encontrado una pieza de ropa abandonada. 

National Geographic

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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