Imperio Medio (2040-1786 a.C.)

El proceso queda completado con Mentuhotep II (2061-2010 a.C.) quinto faraón de la XI dinastía.

Mentuhotep II (2061-2010 a.C.)

La conquista del delta termina en el 2040 fecha del primer periodo intermedio y comienzo del imperio medio.

Abarca dos dinastías, la XI de Mentuhotep y la más brillante, la XII.

Mentuhotep para apuntalar su posición precaria impone una nueva deidad Montu, para intentar legitimarse igual que sus ancestros lo habían hecho con Ra.

Mentuhotep es muy devoto de un dios de Tebas, su ciudad, que era Montu, de hecho, Mentuhotep, significa Montu está satisfecho.

Trata de unificar Egipto en torno a esa divinidad, pero nunca llega a controlar de verdad el país.

Amenemes I (1991-1962 a.C.)

Sucesor de Mentuhotep IV a quien aparta del trono y sus sucesores conservan el trono de forma precaria. Acaba la dinastía XI de los Menhupoteps.

Fundador de la dinastía XII, la dinastía más importante del imperio medio, visir de Mentuhotep IV.

Amenemes es uno de los grandes faraones para la prosperidad de Egipto y triunfa donde no lo habían hecho sus predecesores porque inicia grandes reformas.

Garantiza la sucesión real y la continuidad de una dinastía de dudosa legitimidad asegurando a su hijo Sesotris I al trono.

Deroga los gobiernos hereditarios en muchas de las provincias de Egipto, una tarea que ya había iniciado Mentuhotep II.

Reajusta las fronteras entre los nomos puesto que algunos más poderosos se habían vuelto desproporcionadamente grandes en detrimento de otros.

Amenemes intenta que todos tengan un tamaño y unos ingresos similares. El esplendor del imperio medio se debe a él.

Junto a estas medidas de cararter político y administrativo, lleva medidas de carácter económico, en su reforma política, destaca por impulsar la agricultura (El Fayum) y el comercio (Wadi Hamamet).

Aunque estos gobernantes vienen de Tebas que ya es una ciudad importante, parece que la capital estaba en Ittauy, un lugar que conocemos poco y que se encuentra al sur de Menfis.

Desde esta Ittauy, nueva capital del Imperio Nuevo Amenemes trata de mejorar la economía y la productividad.

El desgobierno en el Primer Periodo intermedio había sido tal, que los egipcios habían padecido hambrunas y saqueos, el sistema no estaba organizado para llevar prosperidad a la nación.

Menemes amplía la tierra cultivable y a él se debe la puesta en marcha de un sistema de regadío gigante de El Fayum.

El Fayum es un espacio muy fértil promovido por un ramal del Nilo.

Fomenta campañas comerciales. En su gobierno se envían barcos a la Creta Minoica, a Siria, Palestina, a la zona del Mar Rojo, todo a través de desfiladeros que permiten comunicar el Mar Rojo con el Valle del Nilo.

El Wadi Hammamat es uno de ellos que Menemes pone en marcha.

Pero había un problema de fondo que hay que solucionar y es que los sacerdotes de Ra han acumulado mucho poder y Mentuhotep fracasado en su reforma de poner al Dios Montu Para sustituirlo.

Los sacerdotes continúan teniendo un poder grande que se opone a este faraón llegado de forma dudosa.

Así que Menemes decide una nueva reforma religiosa y como es muy devoto de otro dios de Tebas llamado Amón, decide que sea el culto principal.

A diferencia de Montu que es un dios guerrero, Amón es un dios más cercano a los intereses egipcios, porque Amón es la potencia subterránea de la naturaleza, para que las cosechas emerjan. Los egipcios están convencidos que en subsuelo hay un poder divino, una fuerza que hace que todo crezca.

Estan convencido de que Amón cuando echa un grano de trigo emerge todo. Como Egipto es un país muy preocupado por la fertilidad, Amón encaja en la nueva reforma y tiene gran éxito en Egipto.

Amón se puede representar como un hombre tocado con dos grandes plumas, o también como un carnero, un símbolo también de la fertilidad, tiene mucho éxito en el valle.

Amón es Dios de la potencia generadora del subsuelo, asociándolo con Ra, Amon-Ra, este dios en la XII Dinastia del Imperio Medio termina imponiéndose.

En esto como en las reformas Amenemes triunfa, pero a pesar de que su reinado es un éxito, Amenemes termina asesinado por una conjura palaciega.

En este contexto del asesinato de Amenemes, de días oscuros de la administración egipcia, se ambienta la historia más popular de Sinhue el egipcio,

Está basado en una historia real de un egipcio de esa estirpe.

El escritor lo ambienta en la dinastía XVIII, en el Imperio Nuevo, pero el Sinhue si existe de verdad, se convierte en el relato favorito de los egipcios con el que aprenden a leer y escribir, el verdadero Sinhue vive durante el reinado de Menemes.

Sinhue debido al asesinato del faraón huye a Siria Palestina, temeroso de que haya matanzas de funcionarios, y sus sospechas son una realidad, se asesina a funcionarios del faraón que nada tienen que ver, solo por las revueltas y el caos que genera la situación.

Gracias a como había introducido al heredero Sesostris I, cuando comienza el caos el faraón toma las riendas del gobierno, castiga a los asesinos y sigue gobernando sin problemas.

Sesostris I sigue impulsando las reformas de su padre del culto a Amon y a este faraón se le debe uno de los monumentos más bonitos del Imperio Medio, La capilla blanca.

Amón en su barca se pasea y proliferan por todo Egipto capillitas como esta capilla blanca donde se pone un altar, no para sacrificios sino como soporte para colocar la barca del dios Amón.

Sesostris, como conmemoración de su trigésimo reinado, levanta esa capilla blanca, en honor al dios Amón.

A partir de esta XII dinastía, son gobiernos tranquilos de Amenemes y Sesostris, a Sesostris I, le sucede Amenemes II (1999-1825 a.C.).

Y a Amenemes II le sucede Sesostris II (1897-1878 a.C.).

Y a Sesostris II le sucede Sesostris III (1878-1873 a.C.).

Todos tienen rostros parecidos en las esculturas, ojos caídos, orejas grandes, rostros meditabundos.

Con Sesostris III que llega a la culminación de la dinastía XII, pasa una cosa entre los egipcios es uno de los faraones más populares de su historia, en la antigüedad si preguntabas a un griego o a un romano cual es el faraón más famoso de la antigüedad decían Sesostris III.

Después queda olvidado y el gran público lo desconoce.

Los griegos decían que había gobernado hasta Gibraltar, pero lo cierto es que esa visión de grandeza que tenían los griegos no era tal, con Sesostris III tiene lugar la primera gran expansión militar hacia Siria-Palestina.

La visión de los griegos es exagerada, es verdad que fue el primer faraón que lleva al país fuera de las fronteras y somete a estas ricas ciudades a vasallaje.

El templo de los obeliscos de Biblos es uno de los pocos monumentos que quedan de mediados del segundo milenio antes de Cristo, de época cercano al reinado de Sesostris III.

Las ofrendas que se dejan a la divinidad son obeliscos, y en el patio se encuentran figuras egipcias, porque no solo el poder sino la cultura egipcia, irradia fuera del valle en todas direcciones.

En el Imperio Medio también va a haber cambios funerarios, que van a ser clave para entender el arte egipcio.

Los faraones de la XI dinastías y la XII, se continúan enterrando en pirámides, pirámides como las de la V y VI dinastía, pirámides cochambrosas, no como las grandes pirámides de Keops, Kefren y Micerino de la IV dinastía.

Lo interesante está ocurriendo en las tumbas de los nobles y los aristócratas, porque están abandonando, porque en el delta y en el valle la gente está empezando a enterrarse en túneles y subterráneos excavados en la roca.

La mayoría de la población abandona las mastabas en favor del hipogeo.

Amón es un dios de lo oculto, de lo subterráneo, de lo enterrado, del subsuelo, y las tumbas excavadas son un homenaje a él, quieren estar en contacto con el poder vivificador del dios.

En el imperio antiguo se centran en la importancia del ka, en el medio destacan la importancia del ba, que hace un viaje extraordinario, que le lleva a adentrarse en el inframundo, en algunas partes terrorífico, húmedo, frio, con monstruos que quieren devorar cualquier cosa que tenga luz y calor.

Cuando se llega al dominio del lugar de los muertos, Anubis conduce el alma ante Osiris y los jueces del mas allá. Allí seremos juzgados según hayamos sido en vida y nos enfrentaremos a la Psicostasis, el juicio del alma.

Delante de un monstruo tremendo, medio cocodrilo, medio león, medio hipopótamo, que vigila todo el proceso, nuestro corazón, la única parte de la momia que se queda dentro del embalsamamiento, el corazón se pesara con la pluma de la diosa Maek, con la pluma de la verdad.

Y mientras el alma suplica y reza para que su corazón no pese demasiado, se pesa el corazón, nuestra conciencia, nuestros actos, nuestros hechos con la verdad.

Si pesa más el corazón seremos devorados por el bicho y nuestro ba desaparecer, nunca volverá a existir.

Si pasamos el juicio y los 57 jueces nos encuentran óptimos, pasaremos a los dominios occidentales de Osiris, viviremos para siempre una vida dichosa en el más allá.

Dichosa pero no regalada, es curioso porque, aunque viviamos en el paraíso el alma debe desempeñar el oficio que había tenido en vida.

Conclusión trabajas toda la vida, te mueres y si no te come el monstruo tienes que seguir trabajando toda la eternidad.

El panorama es mejorable, la verdad es mejor trabajar a que te coma el monstruo, pero para esto, a partir del imperio medio y el nuevo comienzan a aparecer en las tumbas unas figuritas que se llaman los Ubhetis que son seres mágicos.

Cuando en los dominios de Osiris, nos diga levántate y ve a hacer el pan, les decimos a los ubhetis que se levanten y se vayan a hacer el pan…no está mal.

Este es el plan b, para no estar toda la eternidad trabajando de nuevo.

Tras el reinado de Sesostris III, sucede Amenemes III (1843-1802 a.C.).

A finales de Amenemes III, el siglo XIX a.C. no deja herederos legítimos.

Esceminofris, hija de Amenemes III, se casa con Amenemes IV y legitima su acceso al trono en el 1802 a.C.

Diez años después en 1790 a.C. fallece sin dejar heredero, y el trono pasa a Escemiofris, hija de Amenemes III y contrae matrimonio con un sobrino, Amenemes IV y reinan los dos.

No se sabe si Amenemes es hijo de una esposa secundaria, por lo tanto, hermanastro o sobrino.

Reinan 10 años juntos y Amenemes IV muere sin dejar un heredero y el trono pasa a la viuda que es la heredera legitima, Escemiofris (Sobekneferu) que es la última soberana de la dinastía.

Reina 4 años de manera tranquila y cuando muere, con ella termina la dinastía.

Al final de la II dinastía había habido una faraón Amenocri y al final de la XII dinastía otra, Escemiofris.

Egipto tiene más mujeres faraón de las que se cree en un inicio.

Con ella termina la XII dinastía y termina el imperio medio y empieza el segundo periodo intermedio, porque Egipto de nuevo se fragmenta, comienza una época de caos y división.

Y de repente termina la XII dinastía, a comienzos del XVIII y un gobernante de la ciudad de Xais se titula faraón y se inaugura la XIV dinastía.

Las dinastías XIII y XIV son contemporáneas (1786.1633 a.C.) hay un faraón en el delta y otro en el valle.

La XIII dinastía gobierna el Valle.

A rio revuelto, unos personajes que los egipcios llaman asiáticos, provenientes de Siria Palestina comienzan a invadir el Delta que está separado del Valle, los hiksos y son los primeros conquistadores extranjeros de Egipto.

Son aborrecidos por los egipcios y lo que hacen es aprovechan el vacío de poder y el caos del segundo periodo intermedio.

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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