La pobreza y el maltrato

Sugerencia de escritura del día
Dinos una cosa que cambiarías de ti si pudieras.

Van de la mano.

La pobreza es una lacra terrible, y no sé el motivo y me refiero a mi país España, parece que las bolsas de pobreza, aunque se luche contra ellas se perpetúan en el tiempo.

No sé si achacarlo a unos funcionarios desmotivados o a una administración impermeable al tema o a unos pobres, que les da igual ocho que ochenta.

Es un misterio que así ocurra, puesto que se invierte un buen presupuesto (que tendría que ser mayor estoy segura) para que deje de existir.

Y da la impresión de que la pobreza como la riqueza tengan inercia propia, y romper con eso sea un reto difícil, quizás porque el mismo sistema económico lo propicie.

Pero a la vez es contraproducente con el mismo sistema económico, una contradicción.

Hoy por fortuna las tres cuartas partes de la humanidad que vivía bajo los umbrales de la pobreza, se ha convertido solo en la mitad, que sigue siendo mucho, a que engañarnos.

Me gustaría saber cuáles son los indicadores por los que se miden estas variables, estoy llena de escepticismo al respecto.

Pero lo que más horror me produce, es que el individuo medio estándar de nuestra sociedad, asimile la pobreza desde que nace, no como el reflejo de la injusticia y la arbitrariedad, sino como algo natural, como el día o la noche, la primavera o el verano, algo que nunca va a dejar de existir, algo inevitable.

La lucha contra un planeta que zozobra, víctima de la codicia humana, no es más que el reflejo de la falta de ética en la gestión económica, que puede hacerse extensible al resto y a la que habría que demandar cambios.

El anhelo de un mejor reparto de la renta, debería ser el primer punto del ideario de cualquier programa político con independencia de la ideología, y seguramente lo será (porque contratan buenos asesores de imagen), de cara al electorado, a la galería.

Obviamente en los presupuestos generales del estado anual, se sabe quién es quién en cuestiones ideológicas.

Pero la miseria, en pleno siglo XXI y todo lo que deriva de ella, que es mucho, sigue ahí impenitente, y todo esfuerzo es poco para erradicarla.

No vale con que llegue la Navidad, y nos acordemos de los que menos tienen, deberíamos demandar a los políticos que no perdieran de vista esa barbarie que nos afecta a todos y que implica también a muchos niños y adolescentes, adultos en ciernes, porque el futuro se construye hoy.

Y de buenas intenciones está empedrado el infierno.

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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