Inexistente

La mejor relación que se puede llevar con un vecino, es ninguna y con ellos no niego el que nos ayudemos en caso de necesidad.

Soy contraria a las relaciones estrechas con gente ajena a mí, al contrario, creo que cada día me parezco más a los europeos, un horror de antipáticos, pero prácticos.

Pero la independencia es una bendición y la soledad un don y respetar el espacio de los demás debería ser una prioridad.

Sufro la tiranía de un sátrapa presidente de mi edificio y el de al lado, carente totalmente de legitimidad, que falsea votos y corrupto hasta la medula.

Al ser un lugar de veraneo, con alquileres turísticos, es un rio revuelto con ganancia de pescadores, donde todo son comisiones, alquileres y ventas…y el vándalo, se asemeja en pequeño, a los alcaldes agarrados a la poltrona, que no tienen donde volver si dejan el puesto (aunque carezcan ya del apoyo popular).

Descabalgar a un analfabeto funcional carente de cualificación alguna, de una bicoca de dinero fácil, que lleva 12 años tejiendo relaciones clientelares, no es baladí.

Antiguo friegasuelos, expulsado de una empresa a golpes, por su comportamiento inoportuno y sin cualificación, de la noche a la mañana, tiene tratamiento de usía.

La gente viene a pasar unos días y no tiene gana de tomar partido en guerras civiles, con lo que la situación se perpetua sine die.

Su única arma es la difamación y aguantamos con resignación, las ínfulas de grandeza, de un don nadie, elevado a cargo, que hace patrimonio a base de comisiones.

Los que vivimos todo el año aquí, partidarios de un cambio, somos gratuitamente estigmatizados y para conseguir la transición, habría que hacer una inversión en notario, levantar actas, impugnar etc.

Vivimos la arbitrariedad del poder en directo por el tonto del pueblo, encarnado en líder de los descamisados.