Me parece apasionante. Vengo de escultura y es imperdonable que a estas alturas desconozca la técnica que además se ha adaptado a las nuevas demandas.
La técnica tradicional suponía moldear en arcilla el objeto deseado y recubrirlo con una capa de cera, que a su vez es cubierta con una mano de arcilla poco consistente u otro material refractario.
Cuando se secaba, se aplicaba calor a la pieza hasta conseguir que la cera se derritiera y saliera del molde por los orificios practicados en la base (de ahí lo de cera perdida).
En el delgado espacio que ocupaba antes la cera se vertía el metal fundido y, una vez enfriado, se rompía la capa exterior de barro. A continuación, se deshacía la arcilla interior que servía de molde y se sacaba por abajo.
La técnica tradicional evoluciona por el avance industrial, e incorpora nuevos procedimientos. La nueva técnica facilita la producción de objetos metálicos en serie.
Es tan antigua como la civilización. Se han descubierto cetros, esculturas y muebles realizados mediante fundición a la cera perdida en lugares tan distantes como Israel, Vietnam, Nigeria, Nicaragua y el valle del Indo.
El objeto más antiguo que se conoce con esta técnica es un amuleto creado por una sociedad en el valle del Indo hace más de 6000 años.
La fundición a la cera perdida es un proceso para crear objetos, usando diversos metales (como oro, plata, latón o bronce) mediante la fundición de un modelo o patrón original.
Aunque suele asociarse con la artesanía, ahora los creadores pueden transformar el proceso de fundición a la cera perdida con diseños digitales e impresión 3D para simplificar el proceso de trabajo, ahorrar tiempo, reducir los costes y reformular el proceso para el siglo XXI.
Después de usarse durante siglos en la producción de decoraciones escultóricas y en relieves textiles, la fundición a la cera perdida empezó a sustituirse por piezas en Europa durante el siglo XVIII. Varias partes del proceso se adaptaron al moldeado con cera para ajustarse a las necesidades de la industria creciente en el siglo XIX.
Desde los ingenieros a los joyeros, hay muchos campos que se aprovechan de las posibilidades que la tecnología digital ofrece a la fundición a la cera perdida.
La tecnología y el pasado no tienen por qué estar reñidos.
Pero yo mientras mirando al tendido.
