Hay toda una larga tradición botánica de nuestros ancestros que se curaban con productos del entorno, como hongos, musgo, plantas, emplastos etc (sotilegios, conguros, bebedizos), además de una alimentación poco procesada que propiciaba salud.
Por suerte hay una demanda social cada vez mayor, y países como Alemania han incorporado a su sanidad publica la medicina alternativa como opción voluntaria que es complementaria de la medicina alopática.
Además de mas económica, es más respetuosa con el organismo, donde no se matan moscas a cañonazos, porque hay un principio holístico.
Los países escandinavos, el Benelux y Suiza son también muy amantes de los remedios naturales, que siempre han estado ahí y que es un conocimiento que se está perdiendo por desdén.
No entra en colisión con las reacciones químicas de los fármacos, muy al contrario, no solo es complementario, sino un techo más bajo para el organismo, al que, ante cualquier adversidad, se le permite un margen de confianza para que reaccione con sus propios medios.
Los farmacéuticos tienen una larga formación botánica, yo creo que el gran público lo desconoce. Realmente la farmacología tiene 5 minutos. La gente la asocia a ciencia y puede que si, pero también es codicia de grandes laboratorios, cuya sombra es alargada e influye en la formación de los nuevos galenos.
En cuanto a las diferentes medicinas, la acupuntura, basada en meridianos del organismo, tiene pasa de 5000 años y es de una gran efectividad, aunque no hay demasiados profesionales bien cualificados, porque supone una vida entera de formación.
El aprendiz, empezaba niño, llevando el maletín del maestro que también aplicaba la iridiología (lectura del iris para leer alguna lesión interna). Ese proceso terminaba cuando el maestro fallecía.
Hoy para hacer medicina tradicional china exigen la licenciatura previa de medicina, una garantía que no está mal y amplía la capacidad de acción del medico
Durante más de 30 años he tenido un acupuntor y no pude estar más contenta. Al morir de forma repentina no he podido sustituirlo porque no es fácil encontrar a alguien tan cualificado, no pierdo la esperanza.
Destacaría la medicina ayurveda, antiquísima como la acupuntura y oriental también, es el ancestro de nuestra medicina humoral que Cervantes menciona en el Quijote.
Al expandirse Alejandro Magno por Asia abrió un corredor, donde hubo un intercambio de información.
Alejandro lucho contra Ashoka, cuyo ejercito montaba elefantes, la cultura de Mohenjodaro, que poseía un gran desarrollo y para Occidente fue una bendición.
Grecia absorbería como una esponja esa información y la integraría y más tarde el Islam, que inventa la profesión de los Hakim o médicos, que han de tener una formación y practica en la madraza durante años y cuyos estudiantes llevan turbantes de diferentes colores que decide su nivel de conocimiento.
Estamos con Ibn Sina en Isfaham.
En ayurveda, hay varios perfiles, pita, kapa etc, todos somos una mezcla de todos, pero tenemos uno que predomina, el medico ayurveda, cuando enferma un paciente, mira que perfil predomina para devolverle la armonía.
El medico ayurveda también cura los animales.
El ejército ingles prohíbe la medicina ayurveda milenaria, porque podía ser letal usada contra un enemigo (y ellos eran los barbaros colonizadores).
Hoy es una medicina carísima al alcance de muy pocos en occidente, porque no hay muchos médicos ayurvedas, a los cuales, en la India, también se les exige una formación previa de medicina en la Universidad.
Mencionaría, por último, una medicina maltratada por desconocimiento y es la homeopatía, que, en contra de sus detractores, es maravillosa, pero obviamente, hace más efecto a un niño que un adulto.
Y a una persona que no esté intoxicada de medicamentos.
La medicina natural actúa así en general, tiene un techo más bajo y es más lenta en el resultado, pero también menos toxica.
Estoy segura que en un futuro no muy lejano todos seremos veganos estrictos, nos curaremos con medicinas provenientes de la naturaleza y dejaremos los productos sintetizados por los laboratorios, solo para casos limite, por su gran toxicidad.
Espero que más éticos y respetuosos con el entorno. Las nuevas generaciones están trabajando duro por conseguirlo y han generado un cambio de paradigma importante, con otra sensibilidad.
Todavía tengo fe de carbonera, estoy segura que la humanidad tiene la una última palabra y lo bueno está por llegar.
Confío en que la solidaridad con los menos afortunados, sea también una realidad algún día.
