Las minas del rey Salomón

Los arqueólogos de la Universidad de Tel Aviv excavando el Cerro de los Esclavos  Hai Ashkenazi / Central Timna Valley Project

Destruyeron los recursos naturales del valle de Tim

Investigando una pila de desechos industriales mezclados con carbón vegetal en el Cerro de los Esclavos Erez Ben-Yosef / Central Timna Valley Project

La sobreexplotación de la vegetación para ser usada como carbón vegetal en los hornos metalúrgicos hace 3.000 años fue fatal para el ecosistema de la zona 

Los humanos ya destruían ecosistemas en los tiempos bíblicos Central Timna Valley Project

Las aventuras del explorador Allan Quattermaine en su expedición por África buscando las ricas minas de oro del Rey Salomón son toda una leyenda. El libro escrito por Henry Rider Haggard y publicado en 1885 causó furor en la época y dio comienzo a todo un género literario, el de los mundos perdidos.

Pero las minas reales, las que existieron de verdad, no estaban en el África negra. Ni tampoco contenían toneladas y toneladas de oro puro. En realidad estaban situadas en la región desértica del sur de Israel y de ellas se extraía cobre. Además, su explotación provocó que se acabara con la vegetación local, que a día de hoy aún no se ha recuperado completamente.

Las minas del Rey Salomón estaban en la región desértica del sur de Israel

Investigadores de la Universidad de Tel Aviv afirman, en un estudio publicado en la revista Scientific Reports, que la destrucción de los ecosistemas por parte de los humanos aparentemente se remonta a tiempos bíblicos. Su análisis se basa en el carbón vegetal usado como combustible en los hornos metalúrgicos del valle de Timna durante los siglos XI-IX antes de Cristo.

Ese fuel fue cambiando con el tiempo. Las primeras muestras contenían principalmente el arbusto local Retama moruna (Retama raetam) y acacias espinosas (Acacia spp). Ambas son excelentes maderas y estaban disponibles en las cercanías, señalan los arqueólogos. Pero la calidad se deterioró con el tiempo, y las muestras posteriores consistían en leña de baja calidad y madera importada de lejos.

La antigua industria del cobre en Timna no se manejó de manera sostenible. Se sobreexplotó la vegetación local, lo que eventualmente llevó a la desaparición tanto de las plantas como de la industria. La producción de cobre no se renovó en esta región hasta aproximadamente mil años después, y el medio ambiente aún no se ha recuperado completamente 3.000 años después.

Fue el rey David, según se explica en la Bíblia, el que se interesó por esta remota región desértica debido a su cobre, un metal importante y valioso en ese momento, utilizado para fabricar bronce, entre otros fines. Dice el profesor Erez Ben-Yosef, director de las excavaciones arqueológica:

En el valle de Timna floreció una gran industria durante un período de unos 250 años, con miles minas y alrededor de 10 sitios de procesamiento que usaban hornos para extraer el cobre del mineral. Esta impresionante operación es conocida por el público como las ‘Minas del Rey Salomón’ y actualmente sabemos que la producción de cobre alcanzó su punto máximo aquí en la época de los reyes David y Salomón.

La Biblia nunca menciona las minas específicamente, pero sí apunta que David conquistó el área de Timna, conocida en ese tiempo como Edom, colocando guarniciones por todo el territorio, de modo que los edomitas se convirtieron en sus súbditos. Además, su hijo Salomón usó enormes cantidades de cobre para la construcción del Templo en Jerusalén.

 Solo podemos suponer que David se interesó por esta remota región desértica debido a su cobre, cuya industria estaba a cargo de los edomitas, auténticos especialistas en su manejo. Su producto se exportaba a tierras lejanas, incluidos Egipto, Líbano e incluso Grecia. Pero la industria no era sostenible, algo que encaja bien con la ocupación por parte de una potencia extranjera dirigida desde Jerusalén.

La producción en Timna era muy avanzada para su época y los herreros que procesaban el metal eran especialmente mineral mediante fundición en hornos de loza a una temperatura de 1.200 grados centígrados. Todo el proceso tomaba alrededor de ocho horas. Después, se rompía el horno y se recuperaba el cobre. El carbón vegetal necesario para alcanzar las altas temperaturas se conseguía mediante la combustión lenta de árboles y arbustos talados para este fin.

Los investigadores recolectaron muestras de carbón -bien conservadas gracias al clima seco del desierto- de los montones de desechos industriales que se mantienen en los sitios de fundición y las examinaron en el laboratorio, dice Mark Cavanagh, autor principal del estudio:

El sitio de producción llamado ‘Cerro de los Esclavos’ quemaba hasta 400 acacias y 1.800 retamas cada año. A medida que estos recursos fueron disminuyendo, la industria buscó otras soluciones, como lo demuestra la composición cambiante del carbón

El carbón de la capa inferior de los montículos, que data del siglo XI a.C., contenía principalmente dos plantas conocidas por ser excelentes materiales para quemar: 40 % árboles espinosos de acacia, y 40% retama blanca local, incluidas las raíces de la retama. Las ‘brasas ardientes del árbol de la retama’ incluso se mencionan en la Biblia como excelente leña (Salmo 120, 4).

Unos 100 años después, a mediados del siglo X a.C., huno cambio. La industria comenzó a utilizar combustibles de menor calidad, como arbustos del desierto y palmeras. Incluso se importaron árboles de lugares lejanos, como enebros de la actual Jordania o terebintos, también transportados desde decenas de kilómetros de distancia.

Los arqueólogos afirman que el cambio gradual en el contenido del carbón vegetal se debió a la sobreexplotación que destruyó los recursos naturales, en este caso la leña de alta calidad, la acacia y la retama blanca, dice Ben-Yosef:

El transporte de plantas leñosas desde lejos no se probó rentable y, finalmente, durante el siglo IX antes de Cristo, se cerraron todos los sitios de producción. La industria no se renovó en el valle de Timna hasa 1.000 años después, gracias a los nabateos 

https://www.lavanguardia.com/cultura/20221004/8554123/minas-rey-salomon-destruyeron-recursos-naturales-valle-timna.html

https://www.tau.ac.il/~ebenyose/CTV/

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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