El triángulo de las Bermudas o Triangulo del diablo

El misterio aflora por cada recoveco de la historia del Triángulo de las Bermudas rodeado de mitos y verdades. Recorremos los grandes sucesos de su historia para saber qué hay de realidad alrededor de su fama.

Esta zona del Atlántico se encuentra delimitada por Florida, Puerto Rico y las Bermudas. Desde hace varios años, la región se encuentra en el centro de inexplicables desapariciones de barcos y aviones.

Las más antiguas informaciones oficiales de estos sucesos se remontan a mediados del siglo  

La obra, La tempestad (1611) de William Shakespeare está fundada en un hecho real que tiene lugar en las Bermudas.

El Triángulo de las Bermudas es uno de los lugares más misteriosos del planeta. Decenas de historias sobre desapariciones de barcos y aviones han llegado hasta nuestros oídos de diversas maneras, siempre rodeadas de misterios y desapariciones. Una de las últimas en enero de 2017, cuando la Guardia Costera de Florida anunció en un comunicado que un navío con destino Florida había desaparecido tras partir el día anterior desde Bahamas. Después de 84 horas de intensa investigación, se suspendió la búsqueda sin rastro de la embarcación y sus tripulantes.

Las desapariciones de barcos y aviones se han producido desde épocas remotas y en muchos puntos del planeta. Pero hay sitios como la costa entre Sicilia y el norte de África  en el Mediterráneo que acumulan más desapariciones sin explicar que otras. Entre ellas la región atlántica de las Bermudas es la más famosa.

El Triángulo de las Bermudas está formado por 1,1 millón y medio de kilómetros cuadrados en alta mar dentro de un triángulo equilátero (de ahí su nombre) que forman las puntas de las islas Bermudas, Puerto Rico y Miami en Florida, Estados Unidos.

Este triángulo imaginario encierra un secreto dentro de ella: cientos de barcos han desaparecido desde que se tiene noticia de este lugar, casi 100 aviones –que se sepa– y miles de personas.  

En el siglo XX, Joshua Slocum, marino y escritor canadiense, desaparece en el Atlántico. Este hombre pasa a la historia por ser la primera persona en circunnavegar la Tierra en solitario. No hay claridad respecto a qué le sucede, aunque algunas fuentes atribuyen el acontecimiento al Triángulo de las Bermudas.

En 1918 un carguero de la Armada estadounidense, con más de 300 seres humanos y 10 mil toneladas de mineral de manganeso a bordo, se hunde en algún lugar entre Barbados y la bahía de Chesapeake. Incluso contando con los recursos para enviar una señal de socorro, el navío no lo hace. Además, en la exhaustiva búsqueda no son hallados los restos.

En 1945, 5 aviones de la marina de Estados Unidos que sobrevuelan la zona desaparecen. Incluso desaparece un sexto aparato, un avión de emergencia Martin Mariner que acudió al rescate de los cinco primeros. En total, desaparecen 27 personas sin dejar rastro. En la última comunicación que se tiene con ellos, uno de sus miembros asegura que están perdidos y no saben qué rumbo tomar. Después, nada.

La primera noticia escrita sobre este misterio data del año 1950, escrita de la pluma del periodista sensacionalista Edward Van Winkle Jones, que escribe en el diario Miami Herald acerca de la extraña desaparición de un gran número de barcos en las costas de las Bahamas. Dos años después se suma a este misterio el escritor George X. Sand, que asegura que en la zona hay misteriosas desapariciones marinas y en 1964, la revista de artículos de ficción Argosy Magazine publicó un artículo titulado El mortal Triángulo de las Bermudas en el que habla de extrañas desapariciones, fenómenos paranormales y misterios que hacen que quien navegue esas aguas desaparezca.

Es un lugar de paso muy frecuentado por barcos y aviones que viajan desde el continente americano a Europa. Sus fuertes vientos y las corrientes del Golfo hacen que tanto la navegación como los vuelos que cruzan la zona sean más rápidos. Es una especie de «atajo» o «ruta rápida» para viajar hacia Europa. Y como ya sabemos, cuanto mayor es el número de embarcaciones o aviones que pasan por allí, mayores son las probabilidades de suceda algo fuera de lo corriente.

Charles Berlitz, publica un libro, homónimo a la misteriosa región del Atlántico, en 1974. Aquí estan algunas ideas sobre el tema:

Abducciones y estaciones extraterrestres

La influencia de la Atlántida

Vórtices que succionan objetos hacia otras dimensiones

Campos gravitatorios invertidos

Alteraciones en el tiempo

Monstruos marinos

Si bien es cierto que los agujeros negros existen y hay toda una teoría desarrollada por numerosos científicos, entre ellos Stephen Hawking, es improbable que en esa zona haya uno. Un agujero negro es una región finita del espacio en el que la masa concentrada es tan potente que nada se escapa a su fuerza de atracción.

Este agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia se esconde tras densas nubes de polvo y gas. Con la potencia combinada de una red mundial de radiotelescopios, los astrónomos esperan poder echar un vistazo al corazón de nuestra galaxia y capturar -por primera vez- los límites de un agujero negro. Cuando esta red observa las ondas de radio con una longitud de onda de 1 milímetro, su poder de aumento es lo suficientemente alto para observar detalles en las fronteras del agujero negro.

Después esta la idea de la Atlántida. Se conoce esta ciudad-continente mítica gracias a los diálogos de Platón Timeo y Critias, donde los atlantes perdían la soberanía de la Tierra de la mano de los atenienses, sin duda superiores a ellos. 

Esta teoría la sigue el psíquico Edward Cayce (1877-1945) asegurando que los atlantes tienen una tecnología muy desarrollada consistente en cristales de fuego que, literalmente, lanzan rayos y obtenían energía. El experimento sale tan mal que su maravillosa isla termina hundida y el poder de estos cristales, que sigue activo hoy en día, interfiere con los aparatos tecnológicos de barcos y aviones.

Solo hay una fuente original que hable de la ciudad de la Atlántida. En el 400 a.C, Platón describe a esta poderosa civilización.

Los atlánticos eran militarmente muy poderosos, poseían sistemas tecnológicos muy sofisticados y económicamente muy ricos.  

Tambien está el Kraken que es un monstruo marino de proporciones gigantescas que devora todo lo que se pone frente a él.

Este y otros como él habitarían las aguas del Triángulo de las Bermudas comiéndose, literalmente, todo lo que se pone ante sus fauces.

 Este mito pudo venir del avistamiento por parte de marineros y piratas de calamares gigantes de 14 y 15 metros de longitud que habitan las aguas profundas de alta mar. El resto, leyenda.

Otra teoría improbable, la zona es una estación extraterrestre en la que los OVNIS se apropian de personas para llevárselas a sus planetas para estudiarlos. Las teorías más alarmistas aseguran que los extraterrestres nos estudian con el fin de saber cuál es nuestra tecnología y nuestras habilidades para después usarlas en nuestra contra e invadirnos.

Las más amables dicen que los extraterrestres se apropian de personas en esta zona estacional con el fin de salvar a la humanidad del gran Holocausto final.

Al igual que las leyendas, las posibles teorías científicas también son muchas. Normalmente tendemos a dotar de un significado sobrenatural aquello que no podemos explicar, pero la realidad también puede acabar con una buena historia de ficción. Estas son algunas de las teorías más probables.

Por desgracia los errores humanos ocurren. Muchos de los accidentes que han tenido lugar en estas zonas tienen que ver con errores de cálculo, con fallos tecnológicos propios de grandes aparatos o con malas decisiones.

Es algo que nunca se podrá demostrar, simplemente, porque ocurren en zonas que al ser tan extensas y alejadas de las costas, recuperar restos se hace prácticamente imposible.

Otra de las posibles teorías pasa por la climatología. Tifones, huracanes y grandes tormentas que provocan olas de cientos de metros pueden ser, fácilmente, las causantes de los accidentes de grandes embarcaciones en el mar y aeronaves en el cielo.

Hay una teoría –quizá mitad ciencia mitad ficción– que habla de una niebla electrónica. Este concepto lo acuñaron Rob MacGregor y Bruce Gernon en su libro La Niebla. Ambos, supervivientes de un accidentado viaje por la zona, aseguran que un vórtice electrónico en medio de una niebla espesa chocó contra las alas de su avión. Debido a esta niebla electrónica todos los aparatos tecnológicos del aparato –de la década de 1970– se estropean dejando a la pareja sin rumbo y sin visión. Según su propio relato, 75 minutos después aparecen en una zona de Miami en la que era imposible estar en tan poco tiempo. ¿Realidad, ficción? Puede que ambas, ya que el Triángulo de las Bermudas es uno de los dos lugares de la Tierra en los que las brújulas señalan el norte verdadero y no el norte magnético, de ahí que se diga que en el Triángulo de las Bermudas las brújulas se estropean.  

Se tienen datos de que al propio Cristóbal Colon le sucede esto en su viaje hacia el nuevo continente. A su paso por la zona, el 8 de octubre de 1492, las brújulas se estropean y dejan de marcar el rumbo. Colón no dice nada a su tripulación y probablemente eso evita un motín y  que le tiren por la borda en un punto en el que ya estaban desesperados por alcanzar tierra firme.

El subsuelo marítimo de Las Bahamas tiene agujeros azules que son grutas de miles deaños que existen en la zona y que crean corrientes muy fuertes que son capaces de lanzar a la deriva barcos de gran tonelaje. Son cuevas verticales profundísimas. Se tiene constancia de que la más profunda del mundo, situada en esta zona, se llama agujero azul de Sansha Yongle y tiene 300 metros de profundidad. Pero estos agujeros no sólo existen aquí. También los hay en la península de Yucatán y en el arrecife Lighthouse de Belice, en Centroamérica.

Un reciente descubrimiento, de este mismo año, en las aguas de Noruega, puede aportar una nueva teoría respecto al Triángulo de las Bermudas. En esta zona, en unos cráteres muy profundos –similares a los agujeros azules– habría grandes concentraciones de gas metano. En la zona de las Bahamas, el calor de las aguas tropicales y el de los propios barcos haría que este metano explotase formando no sólo virulentas corrientes marinas sino destrozando buques y barcos como si fueran de papel.

https://www.nationalgeographic.es/historia/triangulo-de-las-bermudas

https://www.muyinteresante.es/ciencia/1

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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