Pasear sin rumbo por el monte

Sugerencia de escritura del día
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Cada día lo hago y me pasa de todo, pero siempre bueno, o casi siempre…

Al anochecer en una ocasión no hace mucho, mi podenco se enfrentó a ladridos a un jabalí macho alfa, y temblé de miedo, pero el animal muy inteligente, no hizo ni caso y paso de largo gordo como un cebollo y le importamos nada y menos, menos mal.

Porque mi joven podenco corre, pero yo soy una tortuga varada.

En realidad, el perro me pasea a mí y no al contrario, es una obligación diaria que se ha convertido en habito.

Me acuerdo de un tío mío neumólogo que siempre contaba que a sus enfermos infartados para acelerar su recuperación y que no fueran reincidentes, en vez de mandarlos al gym, que se apuntaban y nunca iban, les aconsejaba salvar un can de la perrera, que quizás los salvaría a ellos.

En estas fechas en mi entorno que es un secarral como ninguno, hay muchos insectos que para reproducirse necesitan de la sangre humana, solidaridad que no comparto.

Proximos a África, cada vez más, la estación cálida se dilata por lo que los insectos cada vez mas cantidad, se han vuelto resistentes a los insecticidas.

Este año en Andalucía vaticinan dengue, zika, mosquito del Nilo etc y tiemblo porque es una novedad inquietante, ya que aunque hemos sido zona endémica, hace mucho desapareció.

 Por si las moscas en el bolsillo llevo además de un repelente de insectos, cortinsona, antistamínicos y un broncodilatador.

En la rambla seca por donde trascurro, el paisaje es bello y el silencio sosiega. Hay antiguos campos de cultivo, abandonados, cortijos de piedra medio derruidos ¿Cómo serían antes?

A veces el sosiego es roto por ciclistas que se adentran intrépidos por el curso de la rambla.

En ocasiones motos de trial que abomino de ellas, el perro y yo nos sobrecogemos, como si fueran monstruos.

Me veo como Joseph Conrad/Marlow enfrentada a las tinieblas en el estuario del Támesis, preguntándose qué pensarían los sofisticados romanos hace 1900 años en esa tierra lluviosa de barbaros, sin vino de Falerna, con frio, enfermedad, niebla, tormentas.

Yo pienso que opinarían los legionarios umbros que nos colonizaron e interactuaron con el substrato ibero y celta, paseando por este inquietante desierto pegado al mar.

Mientras Jakob, que significa el tramposo en hebreo, busca el contacto visual para que le tire otra piedra.

Yo ociosa, reflexiono que podria recalentar, para evitar cocinar hoy…

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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