Carlos V

Este retrato ecuestre de Carlos V lo muestra con su armadura y portando una lanza en la batalla de Mühlberg, en 1548. Óleo por Tiziano. Museo del Prado, Madrid.

Carlos V fue el nombre de Carlos de Habsburgo como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Como rey de España, cargo que ocupó entre 1517 y 1556, recibió el nombre de Carlos I.

Este monarca tuvo un rol protagónico en la política del siglo XVI en gran parte del mundo conocido en la época, ya que sus posesiones abarcaban además de buena parte de Europa algunos sectores de la costa mediterránea de África, Asia y gran parte de América.

El futuro Carlos V fue bautizado el 7 de marzo de 1500 en la iglesia de San Juan de Gante, hoy catedral de San Bavón. El cortejo reunió a los líderes de los 52 gremios de la ciudad y a una infinidad de nobles flamencos. 

Heredó de sus padres los reinos de Aragón, Navarra y Castilla con sus posesiones hispanoamericanas, el condado de Flandes, los Países Bajos y Austria, así como el derecho a ser elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, dignidad que obtuvo en 1519 a la muerte de su abuelo paterno, Maximiliano de Habsburgo.

La familia de Carlos V

Este retrato de Bernhard Strigel muestra al emperador Maximiliano I de Austria con sus hijos y nietos, entre ellos el futuro Carlos V, en el centro. Real Academia de San Fernando, Madrid.

Dedicó su vida a lo que consideraba su obligación como soberano: restaurar un imperio cristiano universal del que el emperador sería el poder político y el papado el espiritual. Con este objetivo, luchó incansablemente para mantener la unidad religiosa del mundo cristiano, amenazada tanto por el protestantismo como el imperio romano. 

Medalla con la efigie de Carlos V, por Leone Leoni. Museo Arqueológico Nacional, Madrid.

Sin embargo, para enfrentar ambas amenazas necesitaba el apoyo de todos los Estados europeos que, en ese momento, estaban más interesados en consolidar sus propias naciones que en mantener una unidad espiritual más cercana a los ideales de la Edad Media que a los del mundo moderno. 

Carlos era fruto del matrimonio entre Juana de Castilla y el archiduque Felipe de Habsburgo. En la imagen, retrato de la reina de Castilla en su juventud. Museo Histórico, Trieste.

Pasó la mayor parte de su vida recorriendo los territorios sobre los que gobernaba para enfrentar los innumerables conflictos que se fueron sucediendo durante su reinado: las rebeliones flamencas, las pretensiones francesas sobre los territorios españoles en Italia, el apoyo de los príncipes alemanes a la reforma protestante, las crisis con el papado por su apoyo a Francia y el avance del Imperio otomano.

El retrato bajo estas líneas muestra al futuro emperador cuando tenía 15 años. Óleo por Bernard van Orley. Museo de Capodimonte, Nápoles.

Si bien aparece en los testimonios como una personalidad conciliadora, no dudó en enfrentar con las armas a quienes se oponían a sus objetivos y, con el apoyo de la Inquisición persiguió implacablemente los focos de protestantismo que surgieron en España.

La imperial Toledo

La ciudad del Tajo acogió en varias ocasiones la corte de Carlos V. Allí falleció Isabel de Portugal, el 1 de mayo de 1539, por las complicaciones de un parto. Entonces el emperador se retiró un tiempo al monasterio de Santa María la Sisla, en los alrededores de Toledo.

Carlos V fue el primogénito de la infanta Juana la Loca (1479-1555), hija de los Reyes Catolicos y de Felipe el Hermoso (1478-1506) duque de Borgoña e hijo de Maximiliano I de Austria, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

Por encargo de Carlos V, Tiziano realizó este retrato de la emperatriz Isabel en 1548, nueve años después de su muerte, basándose en un retrato preexistente. Museo del Prado, Madrid.

Nació en Gante, capital del condado de Flandes, en 1500. En 1506, cuando sus padres se dirigieron a España a reclamar la corona de Castilla tras la muerte de la reina Isabel, Carlos quedó al cuidado de su tía, Margarita de Austria.

La sorpresiva muerte de su padre ese mismo año y la imposibilidad de Juana de asumir la corona por su condición mental, tuvieron como consecuencia que Fernando de Aragón asumiera el gobierno de Castilla en nombre de su hija y Carlos permaneciera en Flandes.

La casa del rey, en Bruselas

Este edificio civil fue reconstruido por orden de Carlos V, por lo que se denominó Casa del Rey. Tras sufrir múltiples peripecias, a finales del siglo XIX fue reconstruido en estilo neogótico.

Allí, recibió una educación basada en los valores de la caballería todavía vigentes en el norte de Europa en aquella época. Esos valores incluían un sentido del honor, del heroísmo, del fervor religioso que resultaban un poco anticuados para los ideales de los aristócratas de la Edad Moderna.

Después de pasar en Granada su luna de miel con Isabel de Portugal, Carlos V hizo construir en el recinto del palacio de la Alhambra un espectacular palacio del que destaca su patio circular interior.

Su tutor fue un noble flamenco, Guillermo de Croy, y su preceptor fue Adriaan Floriszoon, también conocido como Adriano de Utrech, quién fue luego el papa Adriano VI.

Juana de Austria

Hija de Carlos V e Isabel de Portugal, Juana de Austria se casó con el heredero de la Corona portuguesa, Juan Manuel. Retrato por Sofonisba Anguissola.Colección privada.

En 1516, a la muerte de Fernando de Aragón, Carlos partió hacia España para reclamar sus derechos sobre la corona aragonesa y reclamar la de Castilla. En 1518 fue coronado como Carlos I rey de Aragón y, junto con su madre, de Castilla. El reinado de Juana fue, sin embargo, nominal, ya que permaneció recluida en Tordesillas hasta su muerte, ocurrida en 1555.

Cansado del peso del poder

El emperador Carlos, ya en su madurez, ataviado con armadura. Copia contemporánea de un retrato obra de Tiziano. Galería de Retratos del palacio de Ambras, Innsbruck.

La coronación de Carlos I dio inicio al reinado en España de la Casa de Austria que finalizó con la muerte de Carlos II sin herederos en 1700.

Grabado que muestra a Carlos V y a su amante Barbara Blomberg, madre de don Juan de Austria.

Su llegada a España, a los 17 años, no fue bien vista en la corte. Carlos no hablaba español y desconocía las costumbres de los castellanos. Llegó rodeado de consejeros y aristócratas flamencos e impuso en la austera corte castellana el complejo ceremonial y la moda de la Borgoña y de Flandes que incluía banquetes, ceremonias ostentosas, ropajes lujosos y coloridos y torneos de caballería.

Este rechazo se hizo efectivo en los levantamientos que se produjeron en Castilla cuando, en 1519, fue Carlos fue elegido emperador del Sacro Imperio y viajó a Alemania para asumir este cargo. Los comuneros que se rebelaron reclamaban la presencia del rey en España y la incorporación de funcionarios españoles en los cargos de gobierno. Además, se oponían a la utilización de fondos castellanos para financiar la actividad imperial.

Retrato de Carlos V por Christoph Amberger. 1532. Museos Estatales, Berlín.

Aunque la sublevación fue reprimida y sus líderes ejecutados, Carlos comprendió la necesidad de contar con el apoyo castellano para lograr sus objetivos e inició una política de acercamiento a sus súbditos españoles: aprendió español, se rodeó de consejeros españoles y, en 1526, se casó con una princesa portuguesa, Isabel de Portugal.

El príncipe Felipe en un retrato de juventud obra de Antonio Moro. Museo de Bellas Artes, Bilbao.

Isabel, además de ser muy querida por los españoles, fue una colaboradora inteligente y capaz que gobernó España con eficiencia durante los frecuentes y largos viajes del rey.

Tuvieron cinco hijos de los cuales tres llegaron a la adultez: Felipe que sucedió a su padre como Felipe II, María y Juana. La muerte de Isabel, en 1539, fue un golpe duro para el rey quien no quiso volver a casarse.

«Tres soldados y un perro», grabado por Hans Sebald Beham (ca. 1540) que muestra a un grupo de lansquenetes, una de las principales fuerzas de combate del emperador Carlos. Eran soldados de infantería especializados en el combate con armas largas, como alabardas, picas y la temible zweihänder, una espada de dos metros que se blandía con ambas manos (de ahí su nombre).

Carlos tuvo además cinco hijos extramatrimoniales, antes y después de su matrimonio, algunos de los cuales, como Margarita de Parma o Juan de Austria, llegaron a ocupar importantes funciones tanto en España como en Flandes.

«Del saqueo de Roma», óleo por Francisco Javier Amérigo y Aparici (1887), Museo del Prado. La pintura retrata un grupo de mercenarios que saquean una iglesia y, después de matar a quienes se habían refugiado en ella, se visten con sus ropas y violentan a una monja.

En su defensa del catolicismo, Carlos V no pudo impedir el avance del protestantismo, de modo que trató de conciliar las posturas de protestantes y católicos para lograr la unificación de ambas iglesias.

En 1548, Tiziano retrató al emperador Carlos V vestido con armadura de gala, un óleo hoy desaparecido del que sólo se conserva esta copia realizada por Rubens en 1603. Museo Histórico Alemán, Berlín.

El emperador conquista Tunez

Sin embargo, tanto los intentos pacíficos como la convocatoria al Concilio de Trento,  como los bélicos fracasaron y Carlos V tuvo que firmar la Paz de Ausburgo con lo que la ruptura de la Iglesia quedó sellada.

El emperador reune sus tropas en Barcelona

Tampoco logró detener el avance musulmán ni impedir que el emperador otomano Solimán se aliara con Francia para enfrentarlo.

 Decepcionado por los fracasos en las grandes metas de su vida, Carlos V decidió retirarse de la vida política.

El 22 de octubre de 1555 se despojó del título de Gran Toisón de oro y a los pocos días renunció al de duque de Borgoña y soberano de los Países Bajos.

El 16 de enero de 1556 abdicó en su hijo Felipe II la corona de Castilla, Aragón, Sicilia y las Indias y entregó el título de emperador del Sacro Imperio a su hermano, Fernando de Austria.

Luego se retiró al monasterio de Yuste, en Cáceres, España donde llevó una vida sencilla hasta su muerte, el 21 de septiembre de 1558.

https://historia.nationalgeographic.com.es/edicion-impresa/articulos/carlos_19508

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/carlos-habsburgo-apogeo-emperador_16089

https://historia.nationalgeographic.com.es/edicion-impresa/articulos/editorial-numero-234-historia-national-geographic_19579

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/carlos-v-la-gran-coronacion-del-emperador_7521

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/carlos-i-y-conquista-tunez_7561

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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