El diseño

Sugerencia de escritura del día
¿Qué se te da bien?

Los dones se nos reparten de forma arbitraria. En mi caso detesto a los diseñadores y el diseño en general.

Cuando era pequeña y le preguntaban a un joven que era, le decía que había grabado una maqueta o un disco, cosas así.

Hoy le puedes preguntar a quién quieras cuál es su profesión y te dicen diseñador o diseñadora (y me chirrían los oídos).

El diseño nació en la Bauhaus de Weimar. En realidad, los alemanes fueron competitivos a principios del XX y se convirtieron en una potencia porque supieron encontrar la fórmula imaginativa entre la fabricación industrial de objetos en serie y el diseño a bajo precio.

Solo hay que ver la AEG, de Peter Behrens y su catálogo de objetos, donde trabajaron los más grandes como Walter Gropius, Mies van der Rohe, Le Corbusier etc.

Eso le valió a Alemania dos guerras mundiales, porque el resto de potencias no iban a permitir que fuera la primera.

El diseño nace en un contexto inestable como fue la República de Weimar, del liberalismo brutal del XIX emanan dos vías antitéticas, el socialismo y el fascismo con la modernidad que pronto se hacen presentes.

La Bauhaus recepciona parte del potencial ruso, que la revolución del 1917 obliga a exiliarse, no solo profesores como Kandinsky, sino infinidad de alumnos con talento.

El caso es que el diseño nace en la modernidad con la idea de que ya que la tecnología iba a redimir el desgaste físico e iba a permitir horas libres para que el trabajador viviera más cerca de su familia, el diseño iba a conseguir que se rodearan de objetos bellos a precio de ganga para que su vida fuera satisfactoria.

Hasta ahí perfecto. En la Bauhaus hubo discusiones terribles porque muchos profesores estaban en contra de que la formación artística y el talento que son muy individualistas en arte se pusieran al servicio de la industria, pero al final gano la opción, y algunos profesores dimitieron y se marcharon por este motivo (Johannes Itten uno de ellos).

Por abreviar, me parece terrible la evolución que ha tenido. Lo que en un inicio trata de remediar el miserable entorno de un obrero, con el tiempo se ha convertido en lo contrario.

Ahora mismo un diseño es un objeto que además de caro o carísimo, singulariza a su dueño.

Pero, además, pretende ser arte, no por favor.

Diseño es funcionalidad y arte exploración. Cuando a priori vamos a diseñar una tetera, por muy rara que sea la forma y muy estridente el color, será una tetera.

El arte es explorar y trasformar y se parece a lo anterior como un huevo a una castaña.

En mi caso, que pretendo imbuirme de malditismo a lo Rimbaud, y me considero barroca del sur, soy buena en diseño a mi pesar.

Debe de haber sido el cableado infantil del cerebro que no lo controlamos. Siempre he dibujado, y el dibujo te hace muy analista y fría y supongo que me viene por ahí la historia. Pero me da igual no pienso diseñar nunca nada y si lo hago es a mi pesar, pero se me da bien.

Se lo dejo a los millones de personas que se autodefinen como diseñadores que desconocen que para tener esa formación han de poseer primero un bagaje artístico a ser posible, muy completo.

Publicado por ilabasmati

Licenciada en Bellas Artes, FilologÍa Hispánica y lIiteratura Inglesa.

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